Los principales focos de cacería ilegal se encuentran en la meseta de El Riego, en San Lorenzo, la Colonia Cristo Rey y parte de Magdalena Cuayucate
Tehuacán, Pue.- Autoridades de la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán (RBTC) y personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) llevarán a cabo operativos conjuntos con cuerpos de seguridad, con el objetivo de frenar la cacería ilegal en la zona. Aunque en la región se ha reportado la caza de conejo, también se han identificado casos de caza de venado cola blanca y pecarí. Ante esta situación, las autoridades están tomando medidas firmes para evitar que estas prácticas continúen afectando el equilibrio ecológico de la zona.
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Fernando Reyes Flores, encargado de la reserva, hizo un llamado a los cazadores para que abandonen estas actividades, subrayando la importancia de mantener la integridad ecosistémica de la región. Además, recordó que la cacería ilegal puede acarrear consecuencias legales graves, ya que en esta temporada se realizarán operativos con el apoyo de cuerpos de seguridad y brigadas, y aquellos que sean sorprendidos en flagrancia podrían enfrentarse a sanciones.
Reyes Flores detalló que los principales focos de cacería ilegal se encuentran en la meseta de El Riego, en San Lorenzo, la Colonia Cristo Rey y parte de Magdalena Cuayucatepec, donde se han registrado actividades ilegales relacionadas con la caza de conejos. Asimismo, en la zona del Valle de Tehuacán, que incluye localidades como San José Miahuatlán, San Gabriel Chilac, Ajalpan y Zinacatepec, también se han detectado casos de caza ilegal. Por ello, las autoridades locales y federales han sido solicitadas para que refuercen las inspecciones y operativos en estas áreas.
“Gracias a estos operativos hemos logrado inhibir en gran medida este tipo de actividades. La presencia de las autoridades estatales y federales genera un impacto disuasivo, ya que los cazadores evitan realizar actividades ilegales cuando ven el monitoreo en la zona”, señaló Reyes Flores, quien se encarga de la vigilancia en esta área protegida.
El encargado de la reserva recordó que la cacería en zonas protegidas es un acto ilegal, ya que implica la matanza de especies silvestres que habitan dentro de la reserva. A pesar de que en los últimos años la caza ilegal ha disminuido considerablemente, es en esta temporada cuando se documentan más casos, probablemente debido a la mayor afluencia de visitantes y a la temporada vacacional.
Las afectaciones que causa la cacería ilegal a los ecosistemas son graves, explicó Reyes Flores. Esta práctica altera la cadena alimenticia natural, lo que afecta a diversas especies, entre ellas felinos como el puma, los tigrillos, el jaguarundi y el jaguar, que habitan en la zona. La desaparición de presas provoca que estos animales salgan de la reserva en busca de alimento, lo que aumenta el riesgo de conflictos con las comunidades cercanas.
En particular, el venado cola blanca y el pecarí son las especies más afectadas por la caza ilegal, y Reyes Flores advirtió que quienes infrinjan la ley ambiental podrían enfrentar sanciones que oscilan entre los 300 y los 3,000 días de salario, así como penas de prisión que van de uno a nueve años, dependiendo de la gravedad del delito. Estas sanciones son aplicables en el contexto de la caza ilegal fuera de las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), donde la actividad cinegética está permitida bajo estrictas regulaciones.
Las UMAs son instalaciones registradas que operan conforme a un plan de manejo aprobado, en el que se lleva un control estricto sobre el estado del hábitat y las poblaciones de especies. Estas unidades tienen como objetivo la conservación de especies en riesgo y el manejo adecuado de las poblaciones de animales. Existen dos tipos de manejo en las UMAs: el manejo extensivo, que se lleva a cabo en condiciones naturales, y el manejo intensivo, que se refiere a las actividades realizadas en cautiverio o confinamiento. En estas áreas, la caza está autorizada, pero siempre bajo un control estricto y con fines de conservación.
Reyes Flores destacó que fuera de las UMAs, en el resto de la reserva, la caza está totalmente prohibida, ya que la prioridad es proteger la biodiversidad y garantizar el equilibrio de los ecosistemas. En cualquier zona donde exista vida silvestre dentro de la reserva, la caza está completamente vetada. La principal misión de las autoridades y los encargados de la vigilancia es asegurar la conservación de este patrimonio natural, evitando que las actividades ilegales afecten la estabilidad del entorno y las especies que habitan en él.
Por último, el encargado de la reserva enfatizó que la colaboración de la ciudadanía es crucial para la protección de este valioso ecosistema. La conciencia sobre la importancia de preservar la biodiversidad y el respeto por las normativas ambientales son fundamentales para asegurar la continuidad de la Reserva de la Biosfera Tehuacán-Cuicatlán como un espacio de conservación y equilibrio ecológico.