El encargado del templo precisó que se han privilegiado otras áreas del inmueble para su restauración
Tehuacán, Pue. – Alejandro Palafox, rector de la iglesia Catedral de Tehuacán, manifestó que el reloj de sol en ese recinto lleva más de siete años dañado y que esta situación ha sido del conocimiento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) desde entonces.
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En entrevista, señaló que el reloj carece del gnomon (la pieza que proyecta la sombra para indicar la hora) desde que el INAH realizó reparaciones en el sitio hace varios años. “El reloj lleva así varios años, no es algo reciente. Desde que vino el INAH a reparar, quedó en estas condiciones”, explicó.
De igual forma, añadió que, aunque el daño en la pieza donada en 1810 ha sido evidente, el INAH no ha realizado ningún análisis ni intervención para restaurar el reloj en este período.
Es por ello que, desde que asumió su cargo hace un año, destacó que no se había percatado del estado del reloj hasta que el tema fue mencionado públicamente.
Aunque es importante señalar que los trabajadores con más años de antigüedad aseguraron que el reloj de sol ha permanecido en este estado desde hace tiempo. “Hablar del INAH es delicado, ya que ellos son una organización federal y saben lo que hacen. No sabría decirles por qué no se ha reparado”, agregó el entrevistado.
De igual modo, aseveró que la iglesia tiene otras prioridades más urgentes, como la reparación de las torres y algunas imágenes en el interior del recinto, las cuales han recibido atención reciente.
Destacó que cualquier solicitud al INAH para reparar el reloj de sol debe realizarse conforme a sus procedimientos, puesto que es el instituto el encargado de proporcionar restauradores, herramientas y permisos necesarios.
También aseveró que la última intervención significativa del INAH en la Catedral ocurrió en 1999, tras un sismo.
Cabe destacar que el reloj de sol es un elemento patrimonial significativo, por lo que el rector admitió que no se han tomado acciones concretas para solicitar su restauración. “Todo se hace conforme van surgiendo las cosas; el INAH debe encargarse de lo necesario para la restauración”, finalizó.