La desesperanza y los trastornos mentales llevan frecuentemente a esta situación
Datos de las instancias de salud y de la propia Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran que la temporada decembrina es la más propensa a los actos suicidas, pues se generan recuerdos por pérdidas sentimentales, económicas o desesperanzas que a su vez van ligadas a trastornos mentales no tratados adecuadamente.
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El suicido es un problema de salud pública que lleva tragedia no solo a individuos, sino a familias y comunidades, se estima que más de 700 mil personas se quitan la vida al año a nivel global y desde que ocurrió la pandemia de Covid-19 más personas enfrentan pérdidas, sufrimientos y estrés que llevan a estos actos.
Las medidas preventivas son constantes en las instancias de salud y se sugiere que si alguna persona preseta depresión o algún trastorno, evite consumir alcohol, drogas o la soledad. Siempre esté acompañada de alguien, según refiere la Secretaría de Salud.
Hasta octubre de este año se han registrado en Hidalgo 126 actos suicidas que han terminado en muerte, la mayoría en las zonas urbanas o de mayor concentración poblacional, indicó la SSH.
Por ejemplo, de acuerdo con los datos oficiales, en Pachuca este año se consumaron 15 suicidios, seguido de 12 en Tizayuca y 11 en Mineral de la Reforma, siendo estos los tres municipios que concentran la mayor incidencia.
Sin embargo, hay una alarmante situación también en Tula, Tepeji, Atotonilco de Tula, Tulancingo y Zempoala, donde se registran de 3 a 5 casos ligados al atentado propio a la vida. Aproximadamente el 80 por ciento se da en los hombres, se informó.
De acuerdo también con el INEGI, en Hidalgo las cifras de suicidio aumentaron un 60.29 por ciento en los últimos dos años, siendo 204 casos los registrados en el año 2023 y 123 casos en el 2022, lo que significa un incremento de 81 personas que atentaron contra su vida.
El informe de defunciones registradas por suicidio, detalla que del total de casos, la mayoría fueron por ahorcamiento, estrangulamiento o sofocación, mientras que otros se dieron por disparo de arma de fuego, por envenenamiento y por otras causas no especificadas.
Desde entonces diversas organizaciones, empresas, asociaciones e instituciones del sector salud, han implementado campañas para prevenir esta práctica; en la entidad hidalguense, uno de ellos es el Programa Nacional para la Prevención del Suicidio, a través de él, se realizan tamizajes en los núcleos básicos de salud de los municipios con la finalidad de detectar oportunamente el problema y atenderlo con talleres comunitarios o actividades que fomenten el autocuidado.
La depresión, ansiedad y la desesperanza, son algunos de los signos que pueden llevar al ser humano a desarrollar pensamientos suicidas. La clave para detectar los suicidios está en notar cuando las personas comienzan a hablar sobre querer morirse, sentir culpa o vergüenza y ser una carga para los demás; muestran señas de vacío y desesperanza, tristeza, ansiedad, agotamiento e incluso ira.
La Organización Mundial de la Salud (OME) indica que muchas personas cambian de comportamiento y están pensando en arrancarse la vida si hacen planes o investigan formas de morir, se alejan de su familia y amigos, regalan artículos que se consideraban importantes, hacen cosas arriesgadas o muestran cambios de humor extremo; comen o duermen mucho o poco, consumen alcohol o drogas. Esas señales deben atenderse y buscar ayuda profesional en los centros médicos establecidos, informan las autoridades de salud.