Miguel Ángel Corona Jiménez, académico de la IBERO Puebla, expuso que ello se dará siempre y cuando no se muevan los precios de los productos
Lo más importante para una familia es su economía, el poder solventar todos los días su manutención. Gracias a la lectura de las necesidades del trabajador que Andrés Manuel López Obrador hizo durante su sexenio y a las acciones que tomó y que está tomando ahora la Presidenta Claudia Sheinbaum, se está logrando que los trabajadores tengan un mayor poder de consumo, expuso Miguel Ángel Corona Jiménez, doctor en Economía, académico e investigador de la IBERO Puebla.
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“Durante muchos años, hasta antes del periodo de López Obrador, desde 1983, el salario mínimo venía bajando en términos reales, eso quiere decir, perdiendo poder de compra, porque aunque los trabajadores ganaran más dinero, podían comprar menos (…) Lo que hizo él junto con los empresarios fue propiciar aumentos cada vez mayores a la inflación para ir cerrando esta brecha e ir mejorando el poder de compra de los salarios y los trabajadores”, explicó.
A partir del 1° de enero del próximo año, el salario mínimo tendrá un incremento de un 12 por ciento, así lo ratificó esta mañana la Presidenta Claudia Sheinbaum. Dicho aumento dará continuidad a la política salarial del sexenio anterior cuyo objetivo es que el trabajador que gana el salario mínimo pueda costear las necesidades básicas de su familia y mejorar su poder de compra.
Con este aumento al salario que beneficiará directamente a ocho millones y medio de trabajadores en el país, podrán adquirir 1.85 veces la canasta básica, el doctor advirtió: “Sí, siempre y cuando no se muevan los precios de los productos”.
Refirió que si bien esta mejoría es para los segmentos que se encuentran en la jerarquía laboral más baja, es un beneficio tanto para las personas como para la economía familiar, para el consumo y el mercado interno en México.
“Estos aumentos han venido sucediendo desde entonces en proporción mayor a la inflación, y este último momento, que es del 12 por ciento implica seguir en esa línea”, señaló.
Pero un aumento salarial también implica un reto para las empresas, es una oportunidad para mejorar la productividad y la competitividad de dichas unidades productivas y que puedan hacer frente a ello.
“Algunas empresas no se deciden a compartir parte de los beneficios con sus trabajadores por una razón, si usted no aumenta los precios y aumenta los salarios, va a disminuir su ganancia. Pero si lo hiciera significa que el empresario es generoso, con sentido humano y ve a sus trabajadores como parte de la familia, como parte fundamental para el futuro de la empresa. Pensemos que eso también está detrás de estos aumentos, pensemos con esperanza de que sean generosos”, comentó.
Lo mejor es pensar que detrás de estos aumentos salariales que se han venido propiciando entre el gobierno y los empresarios debería estar un fuerte compromiso social y de humanidad hacia las personas.
“Aumentar el salario es necesario porque nos conviene a todos, porque va a aumentar el consumo, porque vamos a mejorar la producción y con eso las condiciones de vida de las personas, y si mejoran las condiciones de vida de las personas en la sociedad hay menos violencia, menos inseguridad. Si mejoramos la economía de las familias se puede vivir mejor y se puede aspirar a que un día tengamos paz”, finalizó.