Las modificaciones en la alimentación afectan la salud de la población, sostiene el investigador Ricardo Romano Garrido
La llegada de la industria en el rubro alimenticio ha transformado los hábitos de consumo y desplazado la comida tradicional, debido a que prevalecen los productos chatarra y de rápida elaboración que afectan la salud de las personas, compartió el investigador del Centro de Investigación Interdisciplinaria sobre Desarrollo Regional de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), Ricardo Romano Garrido.
En el auditorio Luis Carvajal Espino, Romano Garrido impartió la conferencia “Saberes y sabores. El rescate de los conocimientos tradicionales en la gastronomía tlaxcalteca”, a la que acudieron estudiantes de la Escuela Secundaria Técnica número 1, Xicohténcatl Axayacatzin; de la Secundaria Federal número 1, Presidente Benito Juárez García, ambas de la capital tlaxcalteca y del Centro de Estudios Científicos y Tecnológicos plantel 17, ubicado en Tlalcuapan, en Chiautempan.
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El especialista habló sobre el vínculo entre sociedad y naturaleza mediante el territorio, quien mencionó que entre mayor tecnología incrementa la depredación de los recursos naturales. “Todas las civilizaciones en cualquier momento histórico basan su desarrollo a partir de los alimentos, entonces la agricultura es el primer gran invento de la humanidad para conformar sociedades y culturas diversas”.
Por lo tanto, comentó que la diferencia entre las sociedades tradicionales y modernas es el manejo de tecnología para la reproducción alimentaria.
No obstante, añadió que en la sociedad industrial los alimentos cárnicos y vegetales son producidos con gran cantidad de químicos, se procesan con azúcares, sales, conservadores, colorantes y saborizantes.
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Este tipo de producción, refirió, es efectuada para lucrar con los alimentos para cubrir la demanda de un mercado mayor en aras de la ganancia, pero sin pensar en la salud de los consumidores.
El consumo de papas, hamburguesas o pizzas contienen altas cantidades de colorante, azúcares, sales y saborizantes; actualmente los cárnicos se producen con agroquímicos y las verduras y hortalizas son regadas con aguas negras, lo que generará problemáticas a la salud de las personas, dijo.
Puntualizó que los malos hábitos generan problemáticas en salud pública, lo cual es resultado de que la industria se involucró con los alimentos y ofrecen productos sin calidad que enferman a las personas.
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Hoy las personas mayores comienzan a sufrir enfermedades crónicas y al llegar a la tercera edad tendrán achaques y padecimientos, pero los malos hábitos alimenticios también afectarán a los jóvenes, pues sufrirán muchos padecimientos, incluido el cáncer, aseveró.
Para evitar un futuro de enfermedades, el investigador aseguró que es necesario cambiar la forma de producir alimentos y enfocarse en la soberanía alimentaria, que consiste en centrar la alimentación para los pueblos e insistir en que la comida es más que una mercancía.
Otro aspecto a trabajar es valorar a los proveedores de alimentos, así que se deben apoyar estilos de vida sostenibles; localizar los sistemas alimentarios y eliminar a intermediarios; situar el control a nivel local para rechazar la privatización de los recursos naturales; rechazar el uso intensivo de energías de monocultivo industrializado y demás métodos destructivos; así como promover el conocimiento y habilidades tradicionales, emplear la investigación para transmitir conocimiento a las futuras generaciones.