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    Barrancas, tiraderos de muebles, desechos de construcción y electrodomésticos

    Aunque las barrancas pudieran no tener relevancia, son ecosistemas en las que se desplazan los escurrimientos naturales del agua de lluvia y se convierten en sitios de infiltración que alimentan los mantos acuíferos

    Un olor fétido emana de la barranca ubicada en la calle Ocotal 2, en la junta auxiliar de Santa María Xonacatepec. La causa son los animales muertos y la gran cantidad de basura que se encuentra al fondo de lo que se ha convertido en un basurero a cielo abierto desde hace al menos 20 años. La capital poblana, en cuyo relleno sanitario diariamente se depositan mil 546 toneladas de residuos, no escapa del problema que representan los tiraderos clandestinos.

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    La barranca en cuestión está catalogada por la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (SMADSOT) como uno de los siete sitios no controlados en donde se tira basura a cielo abierto en el municipio de Puebla. A nivel estatal suman 64, que contrastan con los 19 que sí están regulados.

    Los siete sitios marcados por la autoridad como no autorizados para la tira de basura en la ciudad son barrancas y están ubicadas en la zona norte, la mayoría tiene relación con el vaso regulador Puente Negro, aunque la de Xonacatepec es la que registra mayor cantidad de basura, según constató El Sol de Puebla.

    Aunque para los residentes de aquella comunidad el foco de contaminación no es considerado como tal, especialistas advierten sobre daños a la salud pública y a los ecosistemas, a partir de la degradación del suelo que genera la acumulación de desechos.

    Francisco Javier Sánchez Ruíz, investigador de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP, afirma que la deficiente recolección de los residuos sólidos de manejo especial, como son desechos de construcción, muebles y electrodomésticos, termina por provocar que estos vayan a parar a las barrancas.

    Como resultado, afirma, estos ecosistemas que ayudan a que el agua se filtre a los mantos freáticos se ven afectados por los lixiviados, fauna nociva y erosión del suelo. Un daño que podría repararse hasta en 400 años.

    Tiran basura aun teniendo servicio de recolección

    Los vecinos de Xonacatepec no advierten el problema ambiental con el que conviven. Refieren que la barranca lleva mucho tiempo recibiendo basura, incluso son testigos de que personas de la comunidad o ajenas a la misma aprovechan el puente vehicular que existe en la zona para arrojar bolsas con desperdicios.

    “Yo desde que me acuerdo siempre ha estado así, no podría decir cuántos años pero mínimo unos 20 sí lleva”, comenta Ana Gómez, quien atiende un comercio cerca del lugar. Refiere que el mayor inconveniente relacionado con la tira de basura es el olor fétido que se agudiza en ciertas temporadas del año, pero no advierte otro que le resulte perjudicial.

    María de la Luz, también vecina de Xonacatepec, sostiene que no se puede culpar al servicio de recolección, ya que Rellenos Sanitarios (RESA), empresa responsable de la recolección y disposición de los residuos en las colonias del norte del municipio de Puebla, realiza recorridos dos veces por semana en la comunidad, sin embargo, “hay gente que no echa la basura al camión y se le hace fácil ir y aventarla a la barranca”.

    En el lugar se aprecian restos de cal en la vegetación de la orilla, lo que da cuenta de que ahí también van a parar animales muertos. Hay restos de construcción, muebles, sanitarios, bolsas de basura generada en domicilios y hasta montones de aserrín arrojados desde un inmueble usado como maderería.

    Los vecinos no refieren que haya alguna jornada de limpieza o intervención para evitar que la basura se siga acumulando en la barranca y, a su juicio, no hay afectaciones porque en la temporada de lluvias nunca ha habido desbordamientos que provoquen inundaciones. Ven la zona como un foco “normal” de contaminación.

    En la colonia Viveros Del Valle, a un costado del parque industrial Puebla 2000, la historia se repite, aunque en menor cantidad. La malla de protección del puente peatonal que une a la calle Margarita con la zona de fábricas no fue suficiente para evitar que la gente tirara basura a la barranca.

    El camión de la basura pasa tres veces por semana, pero la gente es inconsciente y hasta rompieron la malla para aventar las bolsas de basura. Vienen a tirar perros muertos o los vendedores que van a las fábricas pasan y avientan sus desperdicios se queja Manuel López, vecino del lugar.

    Entre los problemas de salud pública que la contaminación representa se encuentra la proliferación de la fauna nociva, algo con lo que lidia Martha Sánchez, quien vende comida en la esquina de las calles Libertad y Niño Artillero, en la colonia Naciones Unidas, donde se encuentra otra barranca marcada como sitio no autorizado para la tira de residuos.

    “Hay días en que desde la tarde está el basurero, porque la gente viene a dejar ahí a un lado de la barranca la basura, ya el camión pasa en las noches y se la lleva, pero mientras, un tanto se queda en la barranca y por eso se hacen las ratas. Yo tuve que poner protecciones en mis puertas para que no se metan a mi casa porque sale demasiada rata de ahí”, expone.

    ¿Cómo afecta la basura a las barrancas?

    Aunque para muchos las barrancas pudieran no tener relevancia para el medio ambiente, son ecosistemas de gran importancia porque en ellas se desplazan los escurrimientos naturales del agua de lluvia y se convierten en sitios de infiltración que alimentan los mantos acuíferos, expone el investigador Francisco Javier Sánchez.

    Explica que, cuando una barranca está contaminada, el problema también va a los mantos freáticos, se daña la flora, la fauna y el aire.

    Se necesitan hacer estudios para determinar el grado de afectación y las posibles acciones para repararlo. No basta con quitar la basura, regularmente se implementa una intervención fitosanitaria con la que, a partir de plantas endémicas, se recupera la calidad del suelo, aunque eso lleva años

    En el caso de Puebla, afirma que las barrancas también han sido identificadas como sitios con alta capacidad para captar las partículas procedentes de la actividad del volcán Popocatépetl, de tal forma que insta a no subestimar su relevancia en el medio ambiente.

    Proponen subsanar deficiencias en recolección de residuos

    El investigador Francisco Javier Sánchez Ruíz apunta que un estudio realizado recientemente por la UPAEP permitió conocer que hasta el 85 por ciento de quienes viven en la zona centro de la ciudad dijeron que usarían una barranca para deshacerse de muebles, electrodomésticos y material de construcción, debido a que el servicio de recolección no se lleva esos objetos.

    Bajo este contexto, asegura que el programa implementado por el Organismo Operador de los Servicios de Limpia (OOSL) para acudir a recoger ese tipo de basura a los domicilios no está siendo suficiente, de tal forma que es indispensable ampliar sus alcances o recurrir a la colaboración de quienes ya la recogen.

    “El organismo debe dejar claro que hay mecanismos para llevar estos desechos a plantas donde tienen un tratamiento adecuado e incluso pueden reincorporarse a la industria para la producción de otros materiales. También es importante que generen convenios o colaboración con personas que ya los recogen, que son los chatarreros o del fierro viejo”, destaca.

    Actualmente, es necesario solicitar el servicio de descacharrización llamando al 2225739273 para agendar el día en que el organismo acudirá por los residuos; no obstante, Sánchez apunta que, ante la problemática, debería haber días específicos para recorrer las colonias ofreciendo el retiro de esta basura.

    En el Programa Estatal para la Prevención y Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos y de Manejo Especial del Estado, la SMADSOT indica que, con corte al 2021, en la ciudad de Puebla se generan mil 968 toneladas de basura diariamente y el relleno sanitario de Chiltepeque recibía mil 546 toneladas de residuos al día, es decir el 78.5 por ciento del total.

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