El mercado asiático vende prendas muy baratas, como ejemplo un chaleco elaborado en Xoxtla oscila entre 150 y 180 pesos, mientras uno chino vale de 120 a 130 pesos.
En las redes sociales, algunos fabricantes de chamarras y otras prendas de ropa de San Miguel Xoxtla han encontrado un mercado de venta, sin intermediarios.
Coincidieron que tras la pandemia sanitaria de contagios de Covid que sacudió al país en marzo del 2020, este oficio tuvo que actualizarse para seguir vigente, por lo que hoy se combina la digitalización en el proceso artesanal de confección.
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Desde el taller Lobos Servicios Textiles, Jesús Linares, comentó que la pandemia revolucionó su negocio, porque ahora implementa tecnología para competir en esta industria, donde esta presente la confección del país asiático, China.
Tuvimos que reactualizarnos e implementar lo digital, la pandemia nos dejó de rodillas, pero en las redes sociales encontramos un medio para encontrar clientes de manera directa puntualizó.
Añadió que ahora se emplea maquinaria para hacer bordados, ojales, estampados y además se ofrece ese servicio a los pequeños fabricantes a fin de disminuir los tiempos de confección.
El fabricante, acompañado de sus padres, quienes son los fundadores del taller, admitió que estos centros de trabajo van en decadencia, por varios factores, siendo el primero, la falta de mano de obra, ya que cada vez son menos las personas interesadas en laborar en este oficio.
La competencia directa son los productos chinos
El segundo, es la competencia china en esta industria, ya que las prendas que llegan de ese país a México son más baratas en precio, debido a la tela en la que son confeccionadas, que es de menor calidad.
A ejemplo citó que un chaleco elaborado en Xoxtla oscila entre los 150 a los 180 pesos, mientras que esa misma pieza confeccionada con tela china, cuesta de 120 a 130 pesos.
No obstante, dijo que la nivel de calidad es lo que distingue ambas piezas, así como otros detalles, entre ellos, la disponibilidad de colores y tallas.
“La ropa de importación llega en caja, con tallas y colores ya determinados, y la hecha es México es personalizada, porque el cliente puede solicitar desde una pieza con ciertos estampados y colores y no tenemos problema en hacerla, lo que en China no se puede hacer, por eso nosotros seguimos teniendo como clientes a varias empresas, tiendas de convivencia e instituciones de gobierno, porque la calidad es diferente, aunque el costo es mayor”, sostuvo.
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Por último, mencionó que Xoxtla es una tierra de fabricantes de chamarra y otras prendas y pese a los estragos dejados por la pandemia, hay talleres que pueden realizar cualquier pedido con especificaciones exclusivas del cliente.