Las escuelas son cruciales para fomentar la lectura y la investigación en libros físicos entre los alumnos
En pleno auge digital, en el que internet facilita a los estudiantes el acceso inmediato a información y recursos para sus tareas, las “modestas” bibliotecas ubicadas en los municipios de Tlaxcala aún se mantienen activas y se resisten a la amenaza de desaparecer.
La existencia de las bibliotecas no es casualidad; instituciones educativas impulsan investigaciones basadas en fuentes impresas y los bibliotecarios organizan actividades lúdicas periódicas que captan la atención de los más jóvenes, quienes encuentran en esos espacios más que sólo libros.
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Las bibliotecas municipales en Tlaxcala, como en muchas partes del país, enfrentan el desafío de mantenerse en pie en un contexto donde los dispositivos móviles y computadoras se han convertido en herramientas de uso común en todos los niveles educativos.
Efectuar una búsqueda en línea resulta más rápido y sencillo para la mayoría de los estudiantes, quienes encuentran en internet la comodidad de respuestas inmediatas. Aun así, en varios municipios de Tlaxcala las bibliotecas continúan operando bajo un esquema que busca reforzar su importancia.
A pesar del entorno digital, esos espacios públicos cuentan con programas que promueven la lectura y la investigación, muchas veces en colaboración con escuelas del propio municipio y aquellas cercanas.
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Elizabeth Mendieta León, encargada de la biblioteca Antonio Álvarez Lima, ubicada en el municipio de Teolocholco, destacó la importancia de la lectura constante y las actividades de fomento a ese hábito.
En entrevista con Merolico Informativo 🧿, señaló que es cierto que los jóvenes se apoyan de las herramientas digitales, “pero también es cierto que la lectura no cambia; el hábito de la lectura es constancia y se debe seguir fomentando”.
La encargada enfatizó que la lectura no sólo es una actividad, sino un hábito de constancia que, aunque parece en declive en la era digital, necesita ser fortalecido para evitar que desaparezca por completo.
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Explicó que la biblioteca Antonio Álvarez Lima trabaja bajo ciertos ejes para atender a sus diferentes usuarios, pues atienden directamente en la sala general, en la digital o en el área infantil.
Con horario de 8:00 a 20:00 horas de lunes a viernes, y los sábados de 9:00 a 15:00 horas, la biblioteca atiende a jóvenes y niños de distintas escuelas.
Mendieta León detalló que entre las 9:00 y las 12:00 horas es cuando reciben mayor afluencia de jóvenes y estudiantes, ya que en ese horario trabajan visitas guiadas con las escuelas cercanas a la biblioteca.
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Para aquellos planteles ubicados en comunidades más alejadas, puntualizó que la biblioteca mantiene el programa titulado “El cuento va a tu salón”, cuya actividad involucra a los niños en la lectura de cuentos y los acerca a los servicios bibliotecarios.
Tratamos de fortalecer el conocimiento de los niños después de cada lectura para que ellos, a su vez, lo transmitan a sus tutores. Nuestro esfuerzo se centra en llevar el conocimiento a los infantes y vincularlo con sus padres como una estrategia que genera resultados significativos en el municipio, declaró.
De acuerdo con Mendieta León, los estudiantes de nivel medio superior también encuentran un espacio en la biblioteca, sobre todo aquellos del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario, quienes acuden con regularidad para llevar a cabo investigaciones y completar sus tareas.
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“Trabajamos tutorías con ellos, en las cuales apoyamos con lecturas y materiales de investigación. El acervo de la biblioteca incluye obras de generalidades, lingüística, literatura, historia, geografía y pensamiento científico, las cuales aún son altamente consultadas”, precisó.
Es de señalar que el sostenimiento de la biblioteca es posible gracias a un convenio entre los tres niveles de gobierno, donde la Federación proporciona acervos y mobiliario; el Estado, el personal; y el municipio, los servicios básicos como electricidad e internet.
Esa alianza resulta fundamental para la supervivencia de una biblioteca que no sólo funciona como centro de consulta, sino también como punto de encuentro para actividades educativas y recreativas.
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Actualmente, Tlaxcala cuenta con un total de 140 bibliotecas, y algunas de ellas son: Dr. José Narro Robles, ubicada en Amaxac; Candelario Acoltzi Zarano, en Apetatitlán; Tlahuizcalli, en Atltzayanca; Fernando Solana, en Apizaco; Genaro Portilla, Miguel N. Lira, Candelaria Rivera García y Joaquín Cisneros Molina, en Calpulalpan; Cuauhitl, en Cuapiaxtla; Benito Juárez, ubicada en Cuaxomulco; Ezequiel M. García, en Chiautempan, por señalar algunas.
Las bibliotecas municipales, aunque pequeñas y modestas, resisten la presión de una era digital que facilita a los estudiantes a buscar respuestas en línea, además, cada vez los niños están familiarizados con el mundo digital.
Las bibliotecas municipales en Tlaxcala, como en muchas partes del país, enfrentan el desafío de mantenerse en pie en un contexto donde los dispositivos móviles y computadoras se han convertido en herramientas de uso común en todos los niveles educativos.
- 140 bibliotecas municipales tiene actualmente el estado de Tlaxcala.