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    Crisis global del cacao afecta gravemente a chocolateros poblanos

    Esta circunstancia, ligada al cambio climático, la propagación de enfermedades y la minería furtiva, encareció más de 150 por ciento el valor del llamado oro blanco

    Chocolateros poblanos enfrentan su peor crisis reciente tras el drástico repunte mundial del costo del cacao, situación derivada de la repentina debacle productiva de este grano en África Occidental, que cubre más de la mitad de la demanda internacional. Esta circunstancia, ligada al cambio climático, la propagación de enfermedades y la minería furtiva, encareció más de 150 por ciento el valor del llamado oro blanco. Así, especialistas urgieron a fortalecer la producción de cacao en México en estados como Puebla, para librar al país de su dependencia global.

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    Minerva Edith Téllez Ordaz, ingeniera agrícola e investigadora de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que más de 50 por ciento del cacao consumido en el mundo es de Costa de Marfil y Ghana. Pese a que el origen del grano se remonta a Mesoamérica, nuestro país es incapaz de cubrir su demanda anual, pues fue afectado por una devastadora enfermedad propagada en 2005. Así, la especialista apuntó que es imperativo rescatar la siembra de este grano en nuestro país.

    Según la Secretaría de Economía federal, México compra más cacao del que vende. Tan sólo en 2023 importó de África 112.37 millones de dólares (mdd) de este producto, siendo su segunda fuente de obtención del mismo, luego de Estados Unidos, a quien le compró lo equivalente a 261 mdd. Además, reportó que, en julio pasado, el déficit anual sumó 10.3 mdd.

    Chocolateros de la región de Cholula y Huejotzingo, que representan y coordinan esfuerzos con otros empresarios locales para robustecer la profesionalización y reconocimiento de su actividad a nivel estatal, afirmaron que la escasez de cacao en África los orilló a tener que abaratar sus productos hasta el mínimo, esto para mantener vigente su mercado actual.

    Itziu Cárdenas y Erick Ortega, maestros chocolateros de Juan C. Bonilla y Huejotzingo, respectivamente, detallaron que el costo por kilo del cacao fermentado, que es el más puro en términos de conservación del grano, incrementó entre 180 y 200 por ciento este 2024.

    Aunque el grano que utilizan es mayoritariamente nacional, la crisis que se vive en África impacta negativamente a los pequeños productores como ellos, debido a que la demanda de este alimento incrementó en todo el mundo, y regiones como Europa, que es el principal consumidor del oro blanco, recurrieron a mercados distintos, como el mexicano, para satisfacer su ingesta. Esto eventualmente provocó una reducción de la oferta interna en nuestro país.

    Por otra parte, al igual que en el continente africano, las pocas siembras de este cultivo en México han sido dañadas por las sequías extremas y los cambios en la precipitación, lo que ha complicado a chocolateros poblanos la obtención de este producto, apuntó Lourdes Damián, propietaria de la marca Anuk, que se dedica a la promoción del consumo de cacao nacional.

    Dependencia mundial de cacao

    De acuerdo con Minerva Edith Téllez Ordaz, más del 50 por ciento de la oferta global de cacao proviene de África Occidental, pese a que su origen se remonta a Mesoamérica, es decir, zonas de México y Centroamérica. Frente a los retos en la producción de este alimento, la tendencia es que su encarecimiento sea mayor próximamente, afectando de forma severa a mercados como el mexicano.

    La crisis climática que azota al continente africano, que se ha caracterizado por la agudización de las sequías y la intensificación de las precipitaciones en África, al igual que en otros países del mundo, limitó la cantidad de agua disponible para el riego de cultivos de cacao, ocasionando una de las mayores pérdidas agrícolas jamás registradas en esa región.

    Según la catedrática de la UNAM, la situación se agravó en 2023 cuando el fenómeno climático conocido como El Niño, relacionado con el calentamiento de la superficie oceánica, prevaleció en nuestro planeta, provocando temperaturas altas extremas, además de sequedad aguda.

    Según datos de la Organización Internacional del Cacao (ICCO, por sus siglas en inglés), en mayo pasado la escasez global de este alimento disparó su valor por tonelada en Reino Unido, hasta alcanzar los 12 mil 500 dólares. En Estados Unidos el costo alcanzó los 11 mil 500 dólares. De acuerdo con la Junta del Cacao de Ghana, una entidad gubernamental que regula los precios del grano en ese país, dicho precio creció cerca de 355 por ciento en un año.

    El pasado 11 de septiembre, el Ministerio de Alimentación y Agricultura de Ghana decretó el inicio de la temporada de producción para 2025, y anticipó mejores resultados para el próximo año. Sin embargo, el ICCO consideró que la recesión de este grano durará al menos tres o cuatro años, pues es el tiempo que las nuevas plantaciones requieren para ser cosechadas.

    Mediante un comunicado de prensa, el titular de la Junta del Cacao de Ghana, Joseph Boahen Aidoo, argumentó que las sequías inéditas registradas en África Occidental, así como las alarmantes cifras de contrabando de este grano y la minería ilegal, ocasionaron el encarecimiento de este producto, situación no vista durante las últimas dos décadas.

    Por otra parte, la Universidad de Texas en Arlington reveló en abril pasado que, además de las variaciones climáticas, la producción global de cacao se enfrenta a la acelerada propagación de la enfermedad del virus del brote hinchado, que es transmitida por un insecto. Además, se documentó que este organismo vivo es capaz de exterminar entre 15 y 50 por ciento de las siembras de dicho grano.

    Según el Banco Central de Ghana, la producción de este grano es la principal fuente de empleo en ese país, pues se contabilizaron, hasta 2023, 800 mil personas dedicadas a esta actividad, mismas que laboran en aproximadamente 1.2 millones de hectáreas.

    Escasez acentúa brecha de éxito para chocolateros poblanos

    Para Itziu Cárdenas, maestro chocolatero, el desplome en la producción del llamado oro blanco en África Occidental se resintió recientemente con fuerza entre el gremio. Aseguró que, con el aumento de precios, se acentúa la brecha de éxito para los pequeños empresarios que apuestan por la elaboración de productos artesanales y puros con menos azúcares y grasas.

    Desde su perspectiva, el encarecimiento de este alimento propagará la comercialización de chocolates de imitación, lo que alejará todavía más a los consumidores actuales de las recetas tradicionales, que fueron confeccionadas por las naciones prehispánicas.

    Señaló que, frente a esta situación, los empresarios que buscan promover el consumo de cacao puro y mexicano son orillados a elevar sus costos. Sin embargo, aseguró que tampoco pueden subirlos a precios muy altos, pues son conscientes de que el mercado optará eventualmente por inclinarse hacia opciones más baratas y menos tradicionales.

    Impacta muy fuerte, porque nosotros de por sí tenemos, como chocolateros independientes, el reto de concientizar a las personas sobre lo importante que es consumir un chocolate real a diferencia de un chocolate comercial, usualmente imitaciones, destacó el empresario.

    A partir de su experiencia, Cárdenas anticipó que será en al menos dos años cuando el mercado internacional de este grano se restablezca, razón por la cual estimó que el próximo año también será de pérdidas para los chocolateros poblanos.

    Crisis depreció industria chocolatera

    Erick Ortega, empresario chocolatero originario de Huejotzingo, señaló que el costo del kilo de cacao fermentado tuvo su peor encarecimiento de los últimos años. Previo a la crisis detonada en África Occidental, el valor de este producto rondaba los 90 pesos. Actualmente tiene un precio aproximado de 250 pesos, es decir, 178 por ciento superior.

    Aunado a lo anterior, el joven productor enfatizó que la obtención de este grano será más compleja durante los próximos meses, pues la cosecha, que de por sí es baja, será inferior debido a la agresiva demanda de países europeos. Por lo tanto, la incertidumbre sobre la disponibilidad empezará a generar especulación en los precios, destacó Ortega.

    Actualmente el cacao mexicano no se está quedando en México, se está yendo a otros continentes. Además, se ha afectado bastante la producción en nuestro país, no ha habido producción en Chiapas. Tengo contactos que me dicen que ya no hay cacao porque no hubo cosecha. No florecieron los cacaotales y eso está afectando bastante. No solo en África no hay cacao, sino que también es un fenómeno que impacta de manera global, comentó.

    Similar a lo manifestado por Cárdenas, Ortega remarcó que la utilidad de su producto, es decir, la ganancia obtenida tras restar los costos totales a los ingresos por su venta, se ha reducido significativamente tras la crisis mundial del cacao. Actualmente este valor ronda entre el 25 y 30 por ciento, cuando hasta hace unas semanas el mismo era de 40 por ciento.

    Plaga aniquiló producción de cacao en México

    La ingeniera Téllez Ordaz explicó que México sufrió el debilitamiento de la producción de este alimento en 2005, cuando nuestro país vivió de manera oficial una arrasadora epidemia de moniliasis, una enfermedad causada a los cacaotales por la propagación del hongo basidiomycete Moniliophthora roreri. No obstante, apuntó que la presencia de este organismo se documentó años atrás en territorio mexicano.

    Según la catedrática, México es el país más afectado por el ingreso de esta enfermedad en Latinoamérica, y la pérdida en la producción de cacao desde entonces ha sido superior al 60 por ciento, siendo Chiapas y Tabasco las entidades federativas más afectadas por esta crisis.

    Con la introducción de dicho hongo a la nación mexicana, aproximadamente el 50 por ciento de los cacaotales sembrados en el país fueron destruidos. Aunado a esto, actualmente la mayoría de estas plantas envejecieron, lo que aproxima su muerte y agudiza su decreciente producción.

    Por otra parte, la experta de la UNAM detalló que alrededor de 90 por ciento de los cacaotales en México se ubican en cultivos de temporal, es decir, su crecimiento depende completamente de las precipitaciones disponibles. Esta situación pone en riesgo su desempeño, pues nuestro país es vulnerable también ante los efectos del cambio climático.

    Actualmente, apuntó Téllez Ordaz, México produce aproximadamente 28 mil toneladas de cacao al año, que no es ni la mitad de la demanda real de este producto en nuestro país. Para la académica, la baja productividad se asocia directamente a la exigua recuperación de los cultivos frente a la propagación del hongo, pero también a la acentuada longevidad de las plantas y de los propios productores, cuya descendencia anula dar continuidad a esta práctica.

    La situación se agrave debido a que cada vez menos regiones en territorio mexicano se vuelven aptas para la cosecha de este producto. De acuerdo con la investigadora, si bien el cacao requiere un entorno cálido, también necesita sombra. El problema es que la intensificación de la humedad y las altas temperaturas agudizan la reproducción del hongo.

    De acuerdo con la organización agrícola internacional CropLife, la moniliasis se reportó por primera vez en Ecuador en 1895. Posteriormente se propagó a Perú y Colombia, donde plantaciones enteras fueron exterminadas. Desde ese momento, dicha patología se ha extendido por el continente americano, particularmente en el último medio siglo.

    Análogamente, la investigadora de la UNAM consideró que las políticas públicas a nivel nacional para la recuperación de este cultivo han sido insuficientes. Por ejemplo, destacó que la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador no impulsó la implementación del cacao de forma especial, pues sólo lo incluyó en el programa Sembrando el Futuro, pero no como una estrategia agroindustrial en específico.

    Producción de cacao en Puebla y México

    Según el Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP), el cacao es uno de los alimentos con el rendimiento más bajo en el país, de 0.18 toneladas por hectárea. La cosecha de este producto a nivel estatal ni siquiera es cuantificada por el gobierno federal.

    Datos recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revelaron que durante 2022 Puebla plantó 252.99 hectáreas de cacao, de las cuales sólo 6.83 fueron cosechadas, es decir, apenas 2.7 por ciento. Esto se debe a que los cacaotales nuevos suelen estar listos luego de estar sembrados entre tres y cuatro años, con las condiciones climáticas adecuadas.

    Pese a su bajo desempeño, Puebla fue la sexta entidad federativa con más plantaciones del llamado oro blanco en todo México, esto después de Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Tabasco, que encabeza el listado con 56 mil 394.69 hectáreas sembradas y 45 mil 009.01 cosechadas, es decir, el 80 por ciento.

    A nivel estatal, los municipios que tuvieron más hectáreas de cacao sembrado fueron Jalpan, Ayotoxco de Guerrero y Cuetzalan del Progreso, todos ellos en la Sierra Norte, muy cerca de la zona limítrofe con Veracruz. Otras demarcaciones que trabajaron con dicho cultivo, pero en menor medida, fueron Venustiano Carranza, Pantepec, Hueytamalco y Olintla.

    Datos abiertos de la Secretaría de Economía federal indicaron que en Puebla se vendieron 360 mil dólares de cacao en 2023, sin embargo, se compraron 9.96 millones de dólares, es decir, el déficit fue de 9.6 millones de dólares.

    Los principales vendedores de cacao en México son Nuevo León, Jalisco, Ciudad de México, Tamaulipas, Baja California, Estado de México, Hidalgo y Chihuahua. Por otra parte, el principal destino internacional del cacao nacional es Estados Unidos de Norteamérica.

    Por otra parte, la dependencia indicó que nuestro país depende principalmente del cacao proveniente de Estados Unidos, Costa de Marfil y Ecuador, en ese orden. En 2023, las compras a cada país fueron de 261, 105 y 63.6 millones de dólares, respectivamente.


    Urgente fortalecer siembra de cacao

    Ante la crisis global ocasionada por la escasez de cacao, Téllez Ordaz, investigadora de la UNAM, consideró que es necesario que el gobierno mexicano implemente una estrategia enfocada en potencializar la cosecha de cacao. Desde su perspectiva, estados como Puebla tienen potencial para convertirse en polos de producción en ese sentido.

    Destacó que es imperativo la realización de estudios regionales en la entidad poblana, con la finalidad de conocer las condiciones agroecológicas de la zona, pero también para conocer los escenarios futuros derivados del cambio climático. Desde su perspectiva, es posible que el estado tenga capacidad para detonar esta actividad, sin embargo, se requiere mayor análisis.

    La especialista destacó que Puebla, al ser un estado relativamente joven en materia de producción de cacao, tiene el potencial para impulsar un plan de siembra sustentable. Sin embargo, resaltó que es importante que se regule, pues en ocasiones la población siembra de forma desmedida productos, sin tomar en cuenta los riesgos de hacerlo de forma atroz.

    Rescatando el cacao mexicano

    Lourdes Damián, propietaria de la marca Anuk, que comercializa en Puebla y México chocolates con altas concentraciones de cacao puro, además de sesiones informativas sobre la obtención y transformación de este producto, resaltó que el fortalecimiento de cultivos de dicho grano en nuestro país es imperativo en la actualidad.

    Como empresaria chocolatera, Damián consideró que es indispensable que el cultivo y la transformación de cacao nacional sean prioridad en México.

    Tenemos que volver a los ciclos de la tierra, pues ello permite reconocer que naturalmente se nos ofrecen cosas ricas (…) Hay que ser coherentes con eso, antes de riqueza en el campo también va a haber riqueza económica, opinó la emprendedora y experta en cacao.

    Aseguró que el adquirir dicho grano en nuestro país no sólo abarata los costos de logística, lo cual puede significar la eventual reducción de costos para el productor y el consumidor final, sino que también se mantiene vigente la tradición de los pueblos originarios y se resignifica el valor comercial de este producto.

    Por otra parte, Damián destacó que la compra del llamado oro blanco en nuestro país ayuda también a mitigar los abusos ecológicos y laborales que ocurren en algunos países africanos, pues la masificación e industrialización de este alimento se acompaña, en ciertos casos, de la explotación de trabajadores y la degradación de los recursos naturales en esa región global.

    Finalmente, en nuestro país el consumo anual de cacao es de 0.5 kilogramos (kg) per cápita, según información del gobierno federal. Para ponerlo en retrospectiva, Suiza, que es uno de los principales consumidores de este producto a nivel mundial, ingiere hasta 11 kg per cápita.

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