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    Pobladores de Tula dudan que funcione obra de Conagua para evitar más inundaciones 

    Actualmente, muchos damnificados siguen endeudados con financieras tras ocurrir la inundación de hace tres años

    La mayoría de pobladores que resultaron damnificados en la inundación que aconteció hace tres años en esta ciudad y varias comunidades del municipio, la cual dejó una estela de muerte, dolor y pérdidas materiales millonarias, aún no la pueden olvidar.

    Ahora en la actualidad dudan si vaya a funcionar o no el proyecto hídrico que construyó la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en el Río Tula para evitar más inundaciones.

    Aseguran que la tragedia envolvió a cientos de viviendas y establecimientos comerciales, ya que literalmente el agua negra que se desbordó del afluente aquella noche del 6 de septiembre del año 2021 y hasta la madrugada del siguiente día, arrasó con todo lo que encontró a su paso.

    Además de inundar la planta baja del hospital del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) situado sobre la céntrica Calzada Melchor Ocampo y donde perdieron la vida al menos diecisiete personas, también destruyó enseres domésticos y muebles de muchas casas-habitación y diversa mercancía de negocios.

    A tres años de registrarse la contingencia, algunos habitantes no saben a ciencia cierta si servirá o no la obra hídrica que hizo la dependencia federal a través de constructoras en el manto acuífero natural que atraviesa por varios kilómetros de Tula de Allende para evitar inundaciones y que aún no concluye totalmente.

    Al respecto, la delegada de la localidad San Marcos Jazmín Arredondo Hernández expresó ayer que muchos ciudadanos todavía dudan que pueda funcionar bien el mencionado proyecto que edificó la Conagua durante más de un año.

    “Si la Comisión Nacional del Agua hiciera la obra en San Marcos como la construyó en la ciudad posiblemente si sirva, sin embargo, no es cuestión que amplíe el Río Tula sino que lo desazolve completamente y lo haga hacia abajo del manto acuífero. Si en los trabajos de ampliación van a quitar árboles eso no queremos nosotros los habitantes de aquí” precisó la entrevistada.

    La representante vecinal dio a conocer que personal de la Conagua se comprometió con los vecinos de esta comunidad a edificar el puente peatonal denominado San Marcos-Chamizal que quedó dañado por la inundación y que hasta el día de hoy no lo ha construido.

    “Decenas de habitantes terminaron damnificados por el desbordamiento de las aguas negras del Río Tula y después de tres años no se han podido recuperar económicamente y viven del día a día” indicó Jazmín Arredondo.

    Mientras que Heriberto Sánchez Jiménez, damnificado y vecino de la calle Toltecas de la zona centro de la ciudad, mencionó que se puede volver a inundar Tula.

    “He visto como se inundó esta ciudad y eso afectó los niveles de drenajes públicos, los que los trabajadores dejaron igual de bajos hace tiempo. Mucha gente sufrió inundación en sus hogares por los drenajes donde salía el agua a borbotones hace tres años” detalló el hombre.

    Agregó que por las lluvias leves que se han registrado aparentemente si ha servido la obra hídrica hasta el momento, sin embargo, todavía no ocurren fenómenos meteorológicos muy fuertes aquí.

    “El tiempo dará la razón y por lo pronto el miedo y zozobra existe entre muchos habitantes, sobre todo los que viven cerca del Río Tula, cuando sube considerablemente el nivel del afluente por la llegada de más agua negra proveniente de la Ciudad de México. Yo vivo con una tía que es mayor de edad y no dormimos y nos preocupamos cada que ocurre esta situación aquí” refirió Heriberto Sánchez.

    En tanto, Nicolás Díaz Lara quien vive en su casa ubicada en la calle Cuauhtémoc, citó que luego de suceder la inundación autoridades de los tres niveles de gobierno no brindaron el apoyo suficiente a los damnificados para la reparación de las viviendas afectadas.

    “Solamente el gobierno federal dio diez mil pesos y algunos muebles de baja calidad a ciudadanos que no les sirvió de nada tras perder todos sus bienes materiales. Hasta el día de hoy no se han podido recuperar económicamente y viven al día” explicó.

    Incluso, dijo, muchos damnificados siguen endeudados con financieras tras pedir dinero prestado para comprar muebles y lo básico.

    En cuanto a la obra del Río Tula, señaló Nicolás Díaz, es un proyecto que aún no está terminado totalmente y al parecer se utilizó material de construcción de segunda calidad.

    Esto porque a su decir, cuando se estaba construyendo se cayeron varios tramos de edificación y se los llevo el agua negra del rio, además que no se trabajó con seguridad, ya que hubo algunas pérdidas humanas durante las labores.

    “En esa época el anterior gobierno estatal no llevo a cabo la supervisión de los trabajos en el afluente y dio formatos a los damnificados de la inundación y la gente solo se quedó con ellos pues nunca se les ayudó. Ahora con el nuevo gobierno del estado no se ha retomado el apoyo a viviendas afectadas de la zona centro de la ciudad de Tula, donde hay al menos quince abandonadas actualmente porque las familias prefirieron irse de aquí antes que sucediera otra inundación” aseguró finalmente.

    Inundación Forma Parte de la Historia Negra de Tula

    En el recuento de los daños por la inundación de hace tres años fueron por lo menos 17 personas fallecidas y la mayoría de ellas estaban hospitalizadas en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Tula, más de 31 mil 640 habitantes damnificados y más de dos mil doscientos sesenta predios afectados.

    Las colonias más perjudicadas fueron 16 de Enero, El Tesoro, Denguí, La Mora, El Carmen, La Malinche, San Marcos, Zona Centro, Unidad Habitacional Pemex (UHP) y el Fraccionamiento Chapultepec, entre otras más.

    En tanto, los puentes afectados por el desbordamiento de las aguas negras del afluente fueron los denominados Colgante, Zaragoza, Tres Culturas, Métlac, Benecia, San Marcos, Cruz Azul, Rio Rosas y los pasos a desnivel del libramiento Tula-Tepeji y Nantzha-Crestón.

    Autoridades de gobierno de los tres niveles instrumentaron un operativo coordinado de ayuda y rescate de personas afectadas por el desastre, además de instalar albergues temporales en el parque La Tortuga y en diversas colonias y centros de acopio en sitios estratégicos de este municipio.

    Como había subido bastante el nivel del agua negra, la única forma de rescatar a los ciudadanos que quedaron atrapados en inmuebles públicos y privados, era a través de lanchas de rescate y helicópteros de distintas dependencias y corporaciones, incluidas la del Ejército Mexicano y Guardia Nacional.

    Los militares implementaron el Plan DN3 para auxiliar a la población que así lo requirió tras el desbordamiento de las aguas negras del Río Tula en varios sectores poblacionales.

    Las calles de la zona centro de la ciudad tolteca más afectadas por la devastadora inundación fueron Calzada Melchor Ocampo, Leandro Valle, Zaragoza, 5 de Mayo, 5 de Febrero, 16 de Septiembre, Manuel Rojo del Río, Tres Culturas, Xochiquetzal, Avenida Sur, Cuauhtémoc, Andador Turístico Quetzalcóatl, Colegio Militar, Moctezuma y Toltecas.

    La cabecera municipal no se pudo reponer de la emergencia tras varios meses después del 6 de septiembre del 2021, ya que las pérdidas materiales fueron millonarias.

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