En la cima del cerro de esta comunidad del Valle del Mezquital, se pueden observar pedazos de obsidiana y vasijas de barro
El Tandhe es una comunidad ubicada en lo alto de la rivera del río Tula, se encuentra a cinco minutos de la cabecera municipal de Chilcuautla, en este pueblo pequeño, de 359 habitantes tiene una altitud de 1,863 metros de altura sobre el nivel del mar, dentro de todos los pueblos del municipio, ocupa el número 18 en cuanto a número de habitantes.
Según el lingüista e historiador Juan Carlos Simón, “Tandhe”, es una palabra en lengua materna el Hñahñu, que en una interpretación al español quiere decir “Por donde baja el agua o donde corre agua torrencial”.
En un recorrido que este diario realizó por el cerro del mismo nombre, desde las faldas hasta la cima, por un terreno escabroso y de difícil acceso, en el punto más alto de este cerro se observaron montículos de piedra volcánica colocadas de manera uniforme, rodeado de abundantes matorrales como palmas, garambullos, cardones, magueyes y pasto silvestre.
Según los locales, estos montículos de piedras fueron algún día una pirámide y un centro ceremonial donde los primeros moradores de esta región realizaron el juego de pelota.
En los alrededores de este cerro los caminantes, excursionistas o senderistas pueden observar, pedazos de vasijas de barro en diferentes tonalidades además de pedazos de obsidiana negra así como piedras volcánicas geométricas las cuales pidieron ser parte de una pared o muro.
Según cuentos o leyendas locales, en este lugar llegaron arqueólogos quienes estudiarían los restos de las pirámides, sin embargo sólo hicieron excavaciones y ya no volvieron.
Derivado de este acontecimiento que se narra en la localidad, los lugareños taparon con tierra los montículos de piedra volcánica para evitar saqueos o futuras excavaciones no autorizadas.
Según el lingüista e historiados Juan Carlos Simón, “Se ha comprobado por el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia), que hay lugares en el Valle del Mezquital que fueron asentamientos y lugares sagrado los aztecas previo a la fundación de Tenochtitlán”.
Por lo que el historiador Juan Carlos Simón, no descartó que estas ruinas arqueológicas pertenezcan a esta cultura, “Estos sitios sagrados narran el paso de los aztecas por estas tierras y la importancia de la cultura Hñahñu en la formación de la cosmogonía mexica”, aseguró.