El alcalde Santiago Miranda comenzó a realizar una fosa de gran magnitud para enterrar toneladas de basura
A causa de las lluvias, la fosa que era para enterrar la basura en el municipio de Ixcaquixtla se llenó de agua, que de no atenderse podría convertirse en un criadero y proliferación del mosquito transmisor del dengue, lo cual representa un foco de infección para habitantes de la zona.
A unos metros de este tiradero se ubica la colonia Fraternidad, además de campos de cultivo. Las quejas de los vecinos han sido constantes, incluso en una ocasión bloquearon el paso del camión de basura para impedir que se depositaran los desechos.
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“El basurero por si solo generaba una fauna nociva, la pestilencia y cuando se incendiaba el humo se esparcía por las casas, ahora con el agua estancada, es peor aún”, comentó un vecino.
A inicios de este 2024, el alcalde, Santiago Miranda (Morena), comenzó a realizar una fosa de gran magnitud para enterrar toneladas de basura que por años se había acumulado e informó que el nuevo depósito contaría con sistemas de control de contaminación y garantizó un ambiente más limpio y saludable.
El ayuntamiento ha enterrado la basura sin ninguna medida para evitar que los lixiviados se vayan al subsuelo y contaminen los mantos acuíferos, además en otras ocasiones el tiradero ha ardido por casi un mes y ahora el agua se ha estancado junto con los desechos en dicha la fosa.
Pese a que este problema ha persistido durante más de 15 años, ninguna autoridad ni municipal ni estatal lo ha resuelto al momento.
Aunque el personal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) acudió a Ixcaquixtla a supervisar el tiradero el año pasado a la fecha no ha pasado nada pese a que la contaminación es visible.
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Tampoco la Profepa ha clausurado el tiradero como lo ha hecho con el de Atoyatempan, pese a que el de ese municipio es de menor magnitud y está más retirado de la mancha urbana