Se derrumba talud de tierra en Capula, Nativitas; no hubo personas lesionadas
Debido a las constantes y fuertes lluvias registradas en las últimas semanas, la noche del lunes primero de julio se derrumbó un talud de tierra en la localidad de Capula, municipio de Nativitas y, a pesar de lo dramático del incidente, no hubo personas heridas o daños materiales.
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Los hechos ocurrieron alrededor de las 20:00 horas, cuando los vecinos escucharon un fuerte estruendo y, al salir, observaron que la calle 22 de Junio se había fracturado, por lo cual dieron parte a las autoridades a través del número de emergencias 911.
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Las cámaras del Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i) grabaron el momento de la fractura, por lo que alertaron a las autoridades locales, mismas que procedieron a llamar a la población a transitar con precaución.
Al sitio se constituyó personal de Protección Civil municipal y elementos policiacos, quienes también procedieron a acordonar la zona con cinturones plásticos y a esperar el arribo de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC).
La mañana del lunes, el personal de la dependencia estatal acudió nuevamente a la zona y confirmó que se trató de un agujero de cuatro metros de ancho por 10 metros de profundidad, por lo que solicitaron a la presidencia que se hiciera cargo del relleno.
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A través de una máquina retroexcavadora llevaron a cabo los procedimientos de relleno y compacto del agujero, para que se reactivara de manera inmediata la vía de comunicación que conecta a las poblaciones de San Miguel del Milagro con Capula.
De acuerdo con la CEPC los deslizamientos de tierra son causados por alteraciones en el equilibrio natural de una pendiente y pueden ocurrir durante lluvias torrenciales o producirse luego de prolongadas sequías, mientras que los aludes de barro se producen cuando el agua se acumula rápidamente en la tierra y causa un repentino aumento de rocas, tierra y detritos saturados con agua.
Por lo general, los aludes de barro comienzan en pendientes empinadas en las que los incendios forestales o cambios en el terreno, hechos por el hombre, han destruido la vegetación y genera las condiciones para los deslizamientos.