Exigieron políticas públicas para la prevención del transfeminicidio, además de generar espacios dignos para las personas en situación en calle que pertenecen a la diversidad sexual
Como en una ceremonia fúnebre, un ataúd blanco fue el protagonista de la 46 Marcha LGBTQ+. Con los nombres de las mujeres trans que han sido víctimas de crímenes de odio, pasó por el Ángel de la Independencia, Paseo de la Reforma, hasta llegar al Congreso de la Ciudad de México.
Mientras para unos la Marcha del Orgullo fue una celebración, para el Bloque Disidente, el contingente de Personas desaparecidas LGBTQ+, así como la Coalición Laboral Puteril y las y los trabajadores sexuales, marcharon para poner en el centro las demandas de la comunidad de la diversidad sexual.
“Abran paso, abran paso, es una marcha, no una fiesta”, manifestaban mientras cargaban el ataúd que pasaban entre los contingentes para visibilizar los crímenes de odio contra las personas de la diversidad sexual y los transfeminicidios.
Victoria Sámano, fundadora de Lleca, organización civil para personas LGBTQ+ en situación de calle en la Ciudad de México e integrante del Bloque Disidente, recordó que se han registrado ocho transfemincidios en lo que va del año y más de 30 a nivel nacional, por lo que dijo: “No hay nada que celebrar.
“Nuestras principales demandas son un alto a la violencia a la que somos sujetas las mujeres trans, que se tipifique el transfeminicidio, además de un alto al genocidio en Gaza”, expresó.
Exigió políticas públicas para la prevención del transfeminicidio, además de generar espacios dignos para las personas en situación en calle que pertenecen a la diversidad sexual.
“Queremos acceso al trabajo, a la vivienda y a la salud. También por eso estamos en contra de que la marcas lucran con esta marcha, hacen una fiesta pero no luchan por las demandadas reales”, señaló.
“Pucha con pucha mujeres en la lucha”, “No es una fiesta, es una marcha” y “Fuera marcas, fuera gobierno”, fueron algunas de consignas de los colectivos durante la marcha.
Natalia Lane, fundadora de la Coalición Laboral Puteril recordó que Marsha Jonhson y Silvia Rivera, fueron dos trabajadoras sexuales en Nueva York quienes visibilizaron la lucha por la diversidad sexual.
“Recordemos que la marcha la iniciaron dos trabajadoras sexuales y creo en el movimiento LGBT, hemos olvidado a las trabajadoras sexuales y es momento de resarcir esa deuda histórica que tenemos con ellas”, resaltó.
Destacó que buscan tener acceso a vivienda, seguridad social, un sistema de jubilación justa y sobre todo no criminalizar el trabajo sexual en los espacios públicos.
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“Lo que queremos es vivir sin violencia, en un país como México que es el segundo lugar a nivel mundial que registra mayor cantidad de transfeminicidios. Más del 50 por ciento de estos transfeminicidios son a mujeres trans que ejercemos el trabajo sexual en la calle, por eso es importante visibilizar la luchas de las trabajadoras y trabajadores LGBTQ+”, señaló.