Día del Socorrista: comprometidos por salvar a quienes no conocen

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«Las emergencias en donde están involucrados menores de edad o ancianitos, tienen su parte importante y te marcan, pero también cuando hay accidentes múltiples, te hace reflexionar”, narra Armando Martínez

En el marco del Día del Socorrista, celebrado el 24 de junio, Armando Martínez Valdez, coordinador de la especialidad de rescate acuático en la Cruz Roja de la ciudad de Puebla, comparte su experiencia y pasión por esta noble profesión. Con 36 años de edad y una trayectoria marcada por el servicio, Armando encontró su llamado gracias al ejemplo de sus hermanos, quienes también dedicaron sus vidas al socorrismo.

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El Día del Socorrista es una celebración dedicada a reconocer y honrar la labor de quienes trabajan en el campo del rescate y la atención de emergencias. Durante este día, se destacan los sacrificios y la dedicación de los socorristas que, ya sea como bomberos, paramédicos, personal de la Cruz Roja, o cualquier otro servicio de emergencia, están comprometidos con proteger y salvar vidas en situaciones críticas.

Armando Martínez Valdez es coordinador de la especialidad de rescate acuático en la Cruz Roja de la ciudad de Puebla y lo que lo llevó a ser socorrista fue que dos de sus hermanos ya habían entrado a este servicio previamente. “Ellos me platicaban y ellos me decían cómo eran las vivencias y a mí me pareció muy interesante. Ellos me motivaron y cuando yo tuve la edad, me metí a la Cruz Roja, tenía 16 años”, comentó.

Actualmente, con 36 años de edad, Armando, colabora como buzo de respuesta de emergencias, lo cual, considera su pasión. “Las emergencias que cubrimos siempre te dejan enseñanzas. Las emergencias en donde están involucrados menores de edad o ancianitos, tienen su parte importante y te marcan, pero también cuando hay accidentes múltiples, te hace reflexionar”, compartió.

Al preguntarle las habilidades más importantes que debe de tener un buen socorrista, respondió de manera inmediata que la vocación, el ser humano y altruista. “Todos los que pertenecemos a Cruz Roja, la base es el ser altruista, independientemente de los estudios, de la formación personal, el servir a los demás es algo fundamental”, indicó.

En cuanto a su preparación, dijo que como toda actividad lleva un proceso y como todo trabajo tiene su nivel de complejidad, pero si amas lo que haces, la capacitación será más fácil. En su caso, fueron varios entrenamientos, tuvo que pasar el nivel básico, intermedio, certificarse como buzo y sus pruebas las pasó en la alberca olímpica de la UNAM. En este último lugar también estudió para guardavidas y buceo.

En suma, tiene una especialidad de búsqueda y rescate de cuerpos, pero no sólo eso, sino que Armando, a la par, estudió la licenciatura en Derecho.

Nosotros estamos siempre entrenando, cuando tenemos la oportunidad hacemos simulacros, incluso vamos a la alberca de Ciudad Universitaria y a la poza de clavados. Ahí hacemos prácticas con la máscara y simulamos que estamos en un rescate. Nosotros estamos en permanente entrenamiento y hay reuniones porque todo es mejorable expuso.

Su consejo para alguien que está considerando convertirse en socorrista, es que va a ser una de las mejores decisiones que podrá tomar en su vida, ya que es una labor gratificante que llena tu alma día con día. Desde su óptica, no hay mejor sabor de boca, que poder ayudar a la gente a través de Cruz Roja.

“Yo les podría decir que sí están pensando en entrar a la Cruz Roja, no se van a arrepentir, les van a dejar experiencias, sabiduría, enseñanzas, y no sólo para ti mismo, sino para tu familia, porque sabrás de cuidados y gestión de seguridad. Yo les recomendaría que lo hicieran, es una de las experiencias más bonitas que pueden tener en la vida”, puntualizó.

Infinidad de historias

Hay un sinfín de historias que recuerda y que le han impactado a lo largo de su carrera profesional, pero en particular, recuerda un accidente que tuvo un menor de edad al interior del Cuexcomate, el mote turístico mejor conocido como el volcán más pequeño del mundo. En este espacio, antes había acceso libre, unos muchachos entraron a jugar y pasó la tragedia.

“Uno de ellos se cayó en dónde había agua almacenada (…) el menor tenía alrededor de 7 años y se estaba ahogando ahí adentro. Llegamos, le dimos atención, reanimación, pudimos sacarlo del paro cardiorrespiratorio, lo llevamos al hospital, lo entregamos con signos vitales, lo recuperamos y los familiares estaban muy angustiados (…) fue una de las cosas que te deja marcando porque nunca te imaginas que ahí tendrían un accidente, pero lo entregamos con vida en el hospital”, recordó.

Para concluir, recomendó a la ciudadanía que tenga muchos cuidados a la hora de realizar sus actividades cotidianas, que no pierdan de vista a las infancias, que cumplan con las medidas de protección civil dentro del hogar y que eviten accidentes. No obstante, si algún incidente llega a ocurrir, la Cruz Roja estará para servir las 24 horas del día, los siete días de la semana.

Armando Martínez Valdez no solo representa el espíritu altruista y dedicado del socorrista, sino también la perseverancia y el compromiso con la excelencia en el servicio de emergencias. En el Día del Socorrista, su historia es un recordatorio del impacto positivo que estos héroes cotidianos tienen en nuestras comunidades, siempre listos para actuar y salvar vidas.



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